‘Doce monos’: Terry Guilliam humilla a Bruce Willis 25 años después del estreno
'Doce monos' es un referente del cine y, 25 años después del estreno, el director ha lanzado una mordaz crítica al actor protagonista.
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Han pasado 25 años del estreno de una de las películas de referencia de la ciencia ficción, ’Doce monos’, y el director no ha dudado en compartir parte de su experiencia durante el proceso de casting. La carrera de Terry Gilliam estuvo notoriamente marcada por la comedia, miembro de los Monty Python; sin embargo, como director, se adentró en un tipo de narrativa totalmente existencialista.
La llegada de ’Doce monos’ a Netflix le ha servido a la cinta para, un cuarto de siglo después de su paso por los cines, convertirse en tendencia dentro de la plataforma de streaming. Un claro reflejo de la trascendencia que tuvo esta obra en su día y el interés que sigue causando entre los amantes del género, habiendo derivando incluso en una serie de televisión.
La película combina a la perfección un nítido mensaje sobre la condición humana, con una propuesta actoral que le valió a Brad Pitt para dar su salto a la fama mundial. Ahora bien, tal y como ha revelado el cineasta en el repaso al rodaje de la cinta en Inverse.com, no todos los planes iniciales se vieron reflejados en el resultado final; criticando incluso las condiciones físicas del propio Bruce Willis.
La boca de Bruce Willis, un problema para Terry Gilliam
La industria de Hollywood sabe que contar con una estrella en el papel principal de cualquier película es un claro atractivo para hacer buena taquilla global. Por lo tanto, a pesar de que ’Doce monos’ buscara diferenciarse en cierta medida de otros filmes de la ciencia ficción, el estudio no quería conformarse con una propuesta independiente que estuviera relegada a un público reducido. De esta manera, tal y como indica su director, “existían presiones” para obligar al cineasta a contar con un actor de referencia.
La elección final fue la de contar con Bruce Willis, intérprete que ya había participado en grandes películas como ‘Jungla de cristal’ o ‘Pulp Fiction’, contando con la repercusión mediática que la productora buscaba. No obstante, para Terry Gilliam había un llamativo problema que no se podía quitar de la cabeza y que se antojaba todo un impedimento para continuar con la selección del casting.
“Nunca había sido un gran fan de Bruce, pero me gustó hablar con él y recuerdo pensar ‘vale, este tipo es divertido’”, ha confesado el cineasta recientemente. Pero, si bien es cierto que tras la charla con el actor Gilliam quedó más convencido, nada habría sido posible sin haber concretado los extraños conflictos que sentía el director con el intérprete: “Le conté mis preocupaciones con su tipo de actuación”, referentes a la condición de su boca, “Parecía un recto. Es como estar mirando el agujero del culo de alguien”, ha sentenciado sin acritud alguna.
Estas declaraciones no han dejado indiferente a nadie, puesto que hablan de uno de los actores mejor valorados en toda la industria. Pocos pueden adivinar lo que pasa por la mente de Terry Gilliam, uno de los genios más singulares de la historia del cine; sin embargo, se trata de una crítica que pocos esperaban 25 años después de la llegada de ’Doce monos’.
Tom Cruise y Nicolas Cage entre los candidatos para la película
Puesto que la selección de casting demandaba la figura de un actor de renombre, la lista de candidatos que el estudio presentó al director no fue corta. Pero Terry Gilliam no es un hombre sencillo de convencer y, dado que se encontraba en la cúspide de su carrera, gozaba de plenas libertades para escoger aquel intérprete que considerara idóneo para el papel.
“Por aquel entonces todavía era un director en todo mi esplendor, por lo que la gente quería estar cerca de mí”, recuerda Gilliam sobre su época dorada. “No dejaban de traerme nombre. Pero seguía diciendo que no. Tom Cruise, Nic Cage, todos me los lanzaban”, dejando claro que no había estrella capaz de convencer al director.
En 1996, año en el que llegó ‘Doce monos’ a los cines, Tom Cruise ya había protagonizado cintas de la talla de ‘Rain Man’, ‘Entrevista con el vampiro’ o ‘Top Gun’, sirviendo de base para una carrera a punto de llegar a lo más alto. Sin embargo, ninguna de estas cintas fue suficiente para que Terry Gilliam le confiara el papel y puso los ojos en otro de los actores que estaba en pleno auge interpretativo.
Brad Pitt fue el candidato perfecto, tras haber dado un giro de 180º a su carrera con ‘Seven’. El rol de enfermo mental fue la gasolina que necesitaba para desmarcarse todavía más del típico papel de “chico guapo” que le había caracterizado en sus inicios y, a partir de entonces, se convirtió en el referente que es hoy en día.
‘Doce monos’ es toda una eminencia de la ciencia ficción y, desde Netflix, podemos revisar esta imperecedera obra maestra que no estuvo libre de conflictos dentro de los despachos. Porque escoger actores nunca es sencillo; ahora bien, con Terry Gilliam en la ecuación, esto cobra especial complejidad.